Cumbia Digital, La Yegros: re encuentro con una pasión

Por Paula Bovone. 

La cumbia digital pisa fuerte en Europa donde están interesados en nuevos sonidos exóticos. El folclore latinoamericano se funde con la electrónica convirtiéndose en la música ritual del siglo XXI. Este ritmo, a pesar de tener más de dos décadas de existencia, aún sigue considerándose alternativo en Argentina y en otros países de Latinoamérica. Es por ello que nos contactamos con La Yegros (Mariana Yegros), una artista argentina oriunda del Oeste del Gran Buenos Aires - quien actualmente vive en Francia - para que podamos conocer un poco de su recorrido como compositora y cantante de cumbia digital.

Mariana Yegros nació en Morón, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Cuando estaba estudiando música en el conservatorio de Morón fue a su primer casting para el grupo teatral "De La Guarda" donde buscaban cantantes. Este casting le cambió la visión de la música. Fue lo que dio inicio a su carrera como cantante. Después de un tiempo dejó el conservatorio y comenzó a tomar clases particulares abocándose a lo que le interesaba que era la música primitiva, de origen africano e hindú.

¿Dejaste el conservatorio porque notabas que no coincidía con lo que buscabas que eran otros ritmos?

Claro, en realidad fui al conservatorio por una cuestión económica y de cercanía. Como no podía pagar una clase privada de algo específico, entonces el conservatorio era una manera de iniciarme en la música y me permitía ver la parte teórica que era la armonía, los ritmos y demás. Estudiaba canto lírico, que la verdad nada tenía que ver con lo que yo quería hacer pero no había otra opción. Era canto lírico o canto lírico. O estudiar algún instrumento. Entonces estudie algo de piano, de canto lírico. Después ya pude pagar clases particulares que iban hacia lo que me interesaba que era la música más primitiva.

"Cuando estuve arriba del escenario me dí cuenta que eso era lo que quería hacer de mi vida"

Comenzaste cantando en "De La Guarda..."

Fueron cinco shows donde siempre cuento que fue mi debut porque en cada show habían más de quince mil personas. Fue inesperado porque nunca pensé que iba a cantar por primera vez frente a tanta gente, fue un shock. En un punto fue muy lindo, era una experiencia que nunca espere que me iba a pasar y tan rápido. Fue un buen augurio, que me indicaba que ser cantante podía estar bueno. Cuando estuve arriba del escenario me dí cuenta que eso era lo que quería hacer de mi vida. Fue una experiencia que marcó un antes y un después en mi carrera y en mi vida obviamente. 

Después de su experiencia en De la Guarda comenzó a estudiar otros ritmos, a componer canciones, armó su banda experimental llamada De Martinas de música electrónica mezclada con canciones que no tenían letra. Algo similar a su música actual solo que más under.   

Fue raro porque creo que tal vez ese no era el momento para que el público se interese. Pienso en ese proyecto, la verdad que la reme mucho, tuvimos mucho tiempo esa banda. Con quien componíamos los temas nos fuimos a España a probar suerte, pues dijimos bueno acá en Argentina nuestro público no existe. Íbamos, tocábamos y por ahí había diez personas. Entonces pensamos que tal vez teníamos que ir a otro lugar a ver si la música que nosotros hacíamos podía llegar a interesarles.

"Fue toda una búsqueda, una aventura que comenzó ahí y que terminó en Francia"

Fue toda una búsqueda, una aventura que comenzó ahí y que terminó acá (en Francia). La búsqueda comenzó siempre desde un lugar muy natural y nada cambió. Si fui investigando por otros lugares y se fueron gestando otras cuestiones, pero creo que la raíz de lo que hoy hago tiene mucho que ver con esa banda que se armó en ese momento. Así que bueno, fue una extensa búsqueda, un largo camino hasta que las cosas sucedieron.

De hecho hubo un momento en que dije: bueno esto no es para mi no hay un público para mi música. Y decidí abandonar la música. Hice la carrera de diseño de indumentaria, me dediqué un tiempo a diseñar ropa, vestuarios. Hoy por suerte puedo mezclar mis dos pasiones: la música y el vestuario en mi proyecto, porque la banda tiene una estética definida. Hoy por suerte se pudieron juntar ambas profesiones después de mucho andar.

¿Cómo fue la decisión de dejar la música debido a que no encontrabas tu público y después retomarla, cómo sucedió?

Y básicamente fue por la necesidad de tener que trabajar (risas). Tenés que vivir, tenés que ir al supermercado, pagar la luz, el gas y te das cuenta que los números no dan. Entonces tenés que buscar otro trabajo. Me dije: bueno voy a buscar otro trabajo que también me gusta. Me acuerdo que mi primer clase, cuando llegué a la facultad y me senté ese primer día, sentí mucha tristeza porque era como sentir una frustración de decir bueno ok quise ser cantante y no salió. Tengo el recuerdo de ese día que fue muy triste, pero bueno tuve la suerte que la vida luego jugó a mi favor y me dio otra oportunidad.

"De hecho hubo un momento en que dije: bueno esto no es para mi no hay un público para mi música, y decidí abandonar la música"

Siempre digo que tuve en mi vida dos oportunidades: la primera fue esta búsqueda que te hablaba antes, la segunda, después de abandonar la música tuve la suerte de volver a conectarme con ella de una manera natural y casual. Fue gracias a Dick El Demasiado, a Zizek, que fueron las personas y los puntales principales para que La Yegros vuelva a renacer y encontrar otra vez un camino en la música.

Tu música tiene raíces litoraleñas fusionadas con electrónica ¿de dónde surge esa mezcla?

Surge porque mi familia es de Misiones, mi papá es fanático del chamamé, a mi mamá le gustaba mucho la cumbia de la época de los Wawancó. Cuando era chica escuchaba mucho esa música y quedó en el inconsciente. Afloró más adelante gracias a Daniel Martin, que es un compositor increíble que conocí a través de Terraplen, una banda en la que también intervine en conjunto con Gaby Kerpel, Diego Vainer y Barbarita Palacios, que era una idea de Gustavo Santaolalla. Es así como conocí a Daniel Martín que fue el que compuso la canción "Viene de mi" de mi primer disco, además de crear otros chamamés y otras canciones. 

Corte de difusión de su primer disco:

También fue una suerte de encuentros y de conectar con mis raíces, de poder transmitir lo que me pasa. Junto con King Coya - Gaby Kerpel - que es el productor de mi disco, con quien también componemos las canciones, armamos un grupo entre los tres y encontramos una manera super interesante y genuina de poder transmitir las raíces de donde vengo que tienen que ver con el litoral, con el chamamé y con la cumbia.

En Argentina estuviste a punto de dejar la música y de repente llegaste a Francia ¿Cómo fue ese cambio?

Y bueno fue la suerte también, la casualidad. Una radio escuchó la canción que se llama "Viene de mi", el corte de difusión del disco, a través de un single que había enviado Zizek Records a las radios de Francia. Y bueno, tuvimos la suerte de que la radio es un medio muy importante acá en Francia. Es una radio que la escucha todo el mundo y que marca tendencia sobre los sonidos que se oyen en Europa.

La transmisora empezó a pasar nuestra música, la gente comenzó a pedir la canción y a preguntar por nosotros. A los dos meses la radio nos invitó a participar de una fiesta que hacen anualmente. Fuimos, tocamos en París por primera vez y por suerte un sello discográfico, Emi de Francia, se interesó por nuestro CD y nos propuso sacar el disco. Así que todo se dio inesperadamente, porque a la gente le empezamos a gustar, se generó un interés muy importante por parte del público.

"La gente nos conocía, cantaban nuestras canciones, eso fue también como un flash"

También en Alemania pasaron nuestra música en una radio muy importante como aquí es la de Francia, entonces la gente empezó a pedir mucho nuestras canciones, eso hizo que nos empezaran a invitar a festivales en Alemania. Cuando esta radio hizo una votación para elegir la mejor canción del año de una lista de 100 canciones, el público votó y salimos en primer lugar.

¿Como nacen las letras es un trabajo en conjunto, de dónde surge la inspiración?

Somos tres los que trabajamos: King Coya en la composición y la producción, Daniel Martín en la composición junto conmigo. Daniel Martín nos envía canciones, letras con una melodía ya hecha, King Coya arma la base electrónica y yo lo canto. Después por ahí yo tengo una canción, una melodía, una letra y se la paso a King Coya y el arma la base electrónica. Cada uno arma una canción y el nexo entre los tres es King Coya quien produce las canciones y las lleva a lugares diferentes. Hacemos todo a través de internet porque los tres vivimos lejos. Daniel vive en Mendoza, yo vivo en Francia, entonces nos manejamos por email y vamos trabajando desde lejos. 

"Buscamos ritmos que tengan que ver con latinoamérica, con el norte de Argentina, canciones que nos identifican a los latinoamericanos fusionadas con la electrónica".

La base siempre es la electrónica con otros ritmos del folclore latinoamericano. En el próximo disco va a haber un carnavalito, buscamos ritmos que tengan que ver con latinoamérica, con el norte de Argentina, canciones que nos identifican a los latinoamericanos fusionadas con la electrónica.

¿Ya tiene nombre el próximo disco? ¿Donde lo van a presentar?

Si, el próximo disco se va a llamar Magnetismo, va a estar saliendo para el mes de marzo. Esperamos presentarlo en todo el mundo (risas), me gustaría hacerlo en Argentina. Tenemos organizado ya un tour por Europa. Lo difícil siempre es latinoamerica por una cuestión de presupuestos y demás. Acá por suerte en Europa hay un apoyo cultural desde el gobierno. 

Corte de difusión de su segundo disco Magnetismo:

Mariana Yegros hace poco se presentó en Argentina, en el Club Cultural Matienzo, donde lanzó un documental que registra el recorrido de sus tours por Europa. Actualmente se encuentra participando de un festival en Valparaiso, Chile.
La Yegros nos demuestra que aquello que amamos hacer, aunque parezca inalcanzable y requiera mucho esfuerzo, puede concretarse en un proyecto sólido. Quizás lo importante sea dejarse llevar por aquello que nos apasiona.

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